¿POR QUÉ USAR LA HIPNOSIS?
La hipnosis es una herramienta muy poderosa para lograr cambios profundos en la vida. Desde que la descubrí, se ha convertido en el eje central de mi consulta, ya que cualquier tratamiento realizado en estado hipnótico resulta más eficaz y requiere menos tiempo.
Esta técnica permite acceder a niveles del subconsciente donde residen patrones y emociones arraigadas.
Hipnosis terapéutica y acceso al inconsciente
Durante una sesión, la persona modifica sus ondas cerebrales, pasando de las ondas beta —propias del estado de vigilia— a ondas alfa, que favorecen la relajación, el descanso y la meditación.
En este estado, es posible modificar conductas y creencias limitantes, estableciendo nuevas sugestiones que facilitan una vida más plena. Con práctica, se accede a ondas cerebrales aún más profundas, generando una relajación total, saludable en todos los aspectos.
Este cambio permite acceder al inconsciente, donde reside la programación emocional derivada de nuestras experiencias.
Biocomunicación emocional y transformación segura
Muchas personas asocian la hipnosis a espectáculos televisivos, pero la hipnosis terapéutica no implica pérdida de control. Muy al contrario, se trata de un acuerdo consciente entre terapeuta y paciente, donde la persona sabe en todo momento lo que ocurrirá.
Nunca se sugiere nada que vaya en contra de sus valores. Este estado facilita recordar eventos olvidados, permitiendo resignificar emociones mediante la biocomunicación emocional. Todo lo que ocurre en la sesión está orientado a mejorar la salud con el consentimiento total del paciente.
Además de facilitar la transformación emocional, la hipnosis tiene beneficios secundarios muy valiosos: mejora la concentración, favorece el sueño y reduce el estrés de forma natural. La sensación que se experimenta es de calma, serenidad y apertura para recibir nueva información con claridad.
La hipnosis terapéutica es una técnica altamente recomendable si deseas transformar patrones internos, tratar trastornos psicosomáticos y avanzar hacia un mayor bienestar emocional y mental de manera consciente.
Si quieres saber más cosas sobre hipnosis puedes visitar o suscribirte a mi canal de YouTube.
RECUPERACIÓN DE LA INFANCIA EN ADULTOS (R.I.A.)
Uno de los trabajos más profundos y bellos que realizo mediante la hipnosis terapéutica es lo que llamo Recuperación de la Infancia en Adultos (R.I.A.). Este método está especialmente indicado para personas que han vivido traumas en la infancia, con experiencias de maltrato, abandono o abuso.
A través de esta técnica, se libera el dolor anclado en la memoria emocional del cuerpo y se inicia un proceso de reconstrucción interna muy sanador.
Descarga emocional y liberación energética profunda
La primera etapa consiste en liberar la carga emocional que ha quedado registrada en el cuerpo. Toda emoción negativa no resuelta deja una huella física y energética, y es precisamente esa sensación la que se descarga a través de la hipnosis.
Mediante ejercicios específicos y acompañamiento terapéutico, también se realiza una limpieza energética, aliviando la presión psicosomática acumulada. Este paso es esencial para avanzar hacia la transformación emocional.
Recolocación interna y recuperación del niño interior
Después de liberar el dolor, se procede a la integración y elaboración de las experiencias vividas. Si el maltrato proviene de figuras cercanas como padres o familiares, se realiza una recolocación simbólica de estos vínculos para lograr una reconciliación interna. Este proceso es clave dentro de la Recuperación de la Infancia en Adultos (RIA), ya que permite restablecer la paz interior.
En la fase central, se realiza una adopción simbólica de todas las etapas infantiles vividas. Inspirado en el trabajo sobre el niño interior de John Bradshaw, se accede a través de regresiones a momentos clave como el nacimiento, la infancia temprana, la etapa escolar y la adolescencia. La persona se conecta con esas etapas de sí mismo, las escucha, las valida y les ofrece lo que tanto necesitaban oír.
Este proceso fortalece los cimientos emocionales y da lugar a un renacimiento lleno de paz, seguridad y autoestima. Muchas personas expresan esta experiencia mediante dibujos que representan cada encuentro, creando un álbum emocional de su propia recuperación. Puedes ver algunos de estos dibujos al final de la página del Proyecto C.R.I.A.
Es un viaje íntimo, potente y sanador, ideal para quienes buscan sanar heridas profundas y superar trastornos psicosomáticos desde la raíz.
También te lo explico en este video: Recuperación de la Infancia en Adultos (R.I.A.)
BIOCOMUNICACIÓN EMOCIONAL
La hipnosis cognitivo-conductual también se utiliza para establecer una comunicación directa con el cuerpo, lo cual resulta clave en procesos de sanación y recuperación de enfermedades físicas. Esta herramienta complementa los tratamientos médicos, aportando equilibrio emocional y acelerando los resultados desde una perspectiva interna y consciente.
Escuchar al cuerpo desde la biocomunicación emocional
Los trastornos psicosomáticos se producen cuando no se encuentra una causa física para el dolor. Esto suele deberse a bloqueos emocionales no expresados. Desde pequeños, no se nos enseña a escuchar al cuerpo ni a comunicarnos con él.
La biocomunicación emocional mediante hipnosis permite abrir ese canal, aprender su lenguaje y activar una escucha interna que promueve la recuperación natural.
Comprender el mensaje del cuerpo para sanar desde el alma
A veces la vida nos obliga a parar: una enfermedad, la edad, el vacío interior. Aunque todo parezca ir bien en lo externo, el cuerpo y el alma pueden estar gritando para pedir atención.
Cuando no escuchamos, el cuerpo eleva la voz. Toda dolencia encierra un mensaje que, si se comprende, puede transformar nuestra vida. La enfermedad, más que un obstáculo, puede ser un portal de crecimiento.
Con la práctica, la persona aprende a relajarse, a responder a sus necesidades reales y a dar espacio a su verdadera naturaleza. La hipnosis terapéutica facilita ese encuentro interno, permitiendo que el cuerpo deje de gritar porque, por fin, ha sido escuchado.
A través de esta conexión, el ritmo de la recuperación cambia, las perspectivas se amplían y la energía vital se renueva. Cuando transformamos nuestra relación con nosotros mismos, transformamos nuestra forma de estar en el mundo. Y el mundo, inevitablemente, responde a ese cambio.
Te lo explico también en este vídeo: Biocomunicación Emocional
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Sara Sender 